No existe una almohada perfecta, pero es fundamental que ésta logre mantener alineada la cabeza con la espalda. Dependiendo la posición en la que dormís hay ciertas generalidades a tener en cuenta:
▶ Si dormís boca arriba (decúbito dorsal): se recomiendan almohadas de altura media, de entre 10 y 13 cm, y la longitud de la almohada debe superar la del ancho de hombros, de dureza media. Tené en cuenta que si tenés un aumento de la cifosis dorsal, vas a necesitar una almohada más alta para evitar que tu cuello quede en una posición de extensión.
▶ Si dormís de costado (decúbito lateral): se recomiendan las almohadas altas, de 14cm aprox., con la dureza suficiente para que la cabeza permanezca alineada con el tronco.
▶Si dormís boca abajo (decúbito ventral): Se recomienda no utilizar almohada o utilizar una muy baja, ya que esta aumenta la rotación del cuello hacia un costado.
Material de la almohada:
Las almohadas viscoelásticas suelen ser las más adaptables, por lo que recomendamos su utilización.
En cuanto a las almohadas cervicales, pueden ser recomendables para aquellas personas que sientan alivio al aumentar la curvatura de su cuello al permanecer acostadas y adopten una posición boca arriba para dormir. Podes probar de colocar un toallón enrollado debajo de tu cuello y acostarte y probar si eso te es cómodo, si es así podés probar de utilizar una almohada cervical para dormir.
Dato importante: Recordá apoyar todo tu cuello y cabeza en la almohada, en cualquier posición que duermas.